Este dron, llamado Dobby, creado por el fabricante de aviones no tripulados de China ZeroTech, es super pequeño y compacto apenas más grande que la palma de la mano y pesa poco menos de la mitad de una libra.
Investigadores de la Universidad de Stanford han creado un dron que puede posarse en paredes y techos como un insecto, avanzando en el problema de la autonomía de vuelo limitada que ha plagado a estos dispositivos.
YouTube está lleno de videos de pilotos de drones tratando desesperadamente de conseguir que regresen a tierra firme antes de que la batería se agote y caigan al agua. Para evitar ese estrés, han diseñado y construido un dron que funciona igual de bien cuando se sumerge.