Investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña (España) han utilizado un modelo matemático muy sencillo para modelizar el comportamiento de la luz láser sometida a perturbaciones. Este modelo es el mismo con el que otros científicos han descrito el comportamiento de algunas neuronas.
Por “sólo” US$ 20.000, los emprendedores suecos Alexander Lind y Philip Werner le venderán una wakeboard de propulsión a chorro, alimentada eléctricamente.
Se han fabricado los transistores de plasma más pequeños capaces de soportar las altas temperaturas y la radiación ionizante presentes en un reactor nuclear.
Sabemos que las heridas en la piel crean perturbaciones en su campo bioeléctrico pues Emil du Bois-Reymond colocó una mano lesionada en un galvanómetro en 1843. Gracias a un nuevo descubrimiento de un equipo de la Universidad de Berkeley, pronto podríamos ser capaces de aprovechar esas corrientes para sanarnos a nosotros mismos con electricidad.