El calor, que puede ser producto de fuentes como por ejemplo el calentamiento solar o la quema de combustibles fósiles, puede ser convertido en electricidad con una eficiencia muy alta mediante un proceso conocido como conversión termiónica.
La Universidad de West England ha llevado a cabo un experimento muy interesante usando una planta de lechuga para conectar dos electrodos, así han demostrado que puede conducir la electricidad aunque el ruido de este cable es demasiado elevado todavía.
Como el grafeno bidimensional se ha convertido en uno de los materiales más codiciados por la ciencia, muchos se han preguntado si podría haber una contrapartida en 3D con el cual podríamos construir cosas. Un equipo de científicos del Laboratorio de Berkeley acaba de ofrecer una respuesta afirmativa. Bueno, casi.
Un grupo de investigadores ha construido el primer corazón artificial que funciona con pilas de combustible microbianas alimentadas con orina humana, pero está destinado a ser utilizado en robots o “EcoBots” que extraen energía de los residuos orgánicos y la convierten en electricidad.