Unos ingenieros han desarrollado un sensor flexible que se puede llevar puesto encima como ropa, el cual puede medir de forma precisa el nivel de alcohol en sangre de una persona a partir del sudor, y transmitir los datos de manera inalámbrica a un computador portátil, un smartphone u otro dispositivo móvil.
Algo tan delicado como una rosa también puede tener superpoderes, como acaba de anunciar un grupo de investigadores de la Universidad Linköping, en Suecia, que ha conseguido implantar circuitos electrónicos en esta flor.
Un nuevo avance en textiles electrónicos nos da un vistazo a la electrónica verdaderamente vestible, que se parece mucho a la camiseta que lleva ahora mismo. Excepto que está tejida con hilo de placas de circuitos, en lugar de algodón.