El experimento más largo del mundo llega a su fin. Pero no en Australia, lugar donde fue iniciado, sino en Dublín, donde replicaron esta alocada idea hace unos años, y han podido observar la caída de una gota de brea.
Aquellas personas que siempre hayan deseado operar un telescopio, pero que no hayan dispuesto de la instrumentación necesaria para hacerlo, tienen ahora la oportunidad de conseguirlo a través de Internet.