Utilizando células madre pluripotentes inducidas (iPSs) reprogramadas, unos científicos del Centro RIKEN para la Biología del Desarrollo, en Japón, junto con colaboradores de la Universidad de la Ciencia de Tokio y otras instituciones del país, han conseguido cultivar tejido cutáneo complejo en el laboratorio, incluyendo folículos pilosos y glándulas sebáceas.