El equipo de Melissa Grunlan, de la Universidad A&M de Texas, en Estados Unidos, ha desarrollado un material “autoadaptable” que se expande con agua salada caliente para llenar de forma precisa huecos dejados por defectos óseos, y que también actúa como andamio para el crecimiento de hueso nuevo.
El alambre de nitinol, una aleación de metal hecha de níquel y titanio, básicamente, tiene propiedades mágicas que le permite recordar su forma “original”, un alambre con memoria.
Unos nuevos transistores, con un diseño revolucionario, soportan su implantación dentro de un cuerpo vivo y además cambian de forma a fin de afianzarse en el tejido deseado, por ejemplo curvándose y enrollándose alrededor de un vaso sanguíneo o de un nervio.
Investigadores del MIT y el Max Planck Institute han desarrollado un sensor imprimible que puede ser cortado con tijeras para agregar la capacidad multitáctil a dispositivos de cualquier forma.