Tras dos años de trabajo, unos investigadores han completado el desarrollo de un nuevo sensor que puede determinar los niveles de azúcar en la sangre mediante una medición de las concentraciones de glucosa en la saliva.
Se ha verificado que es factible implantar bajo la piel sensores a base de nanotubos de carbono para detectar óxido nítrico y capaces de permanecer allí durante más de un año.
Utilizando luz láser infrarroja aplicada sobre la piel, se ha conseguido medir los niveles de azúcar en el fluido dentro y debajo de las células de la piel, obteniendo el valor del nivel de azúcar en sangre. Esto abre la magnífica posibilidad de que los pacientes diabéticos puedan medir sus niveles de glucosa sin necesidad de pinchazos ni de tiras reactivas.