En los países de habla alemana, las personas sordociegas utilizan un “alfabeto táctil” llamado LORM para comunicarse unos con otros, lo que implica una serie de movimientos de la mano. El problema con LORM, sin embargo, es que pocas personas lo entienden.
Cuando se coloca un Oculus Rift, puede girar la cabeza y disfrutar de una experiencia formidable, pero esa experiencia sólo está disponible para sus ojos, por eso aparece Control VR, un sistema de guantes de control por gestos que registra cada movimiento, y lo reproduce dentro del entorno virtual, sin esfuerzo.