Distintas enfermedades humanas del sistema nervioso, como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la corea de Huntington, el síndrome de Parkinson, o la enfermedad de Alzheimer, están asociadas a un mismo trastorno básico: la pérdida de la capacidad de las células nerviosas para plegar correctamente sus proteínas, lo que provoca su agregación para formar “grumos” de proteína que acaban generando la muerte de las células.