Un material que imita al cartílago y que ha sido creado recientemente por unos investigadores podría un día permitir que los cirujanos impriman en 3D piezas con las que reemplazar a las naturales de la rodilla y cuyas formas estén hechas a medida para la anatomía de cada paciente.
Cuando los humanos del futuro comiencen a colonizar la Luna y Marte, necesitarán poder fabricar in situ y con materias primas locales tantos tipos de bienes como sea posible, desde pequeñas herramientas a grandes edificios.
Imaginen un material que pueda ser usado como superficie para que podamos caminar en planetas desconocidos, como recubrimiento para naves, antenas, o como trajes para astronautas, entre otras posibles aplicaciones.
Los médicos de la Universidad de Rochester Medical Center (URMC) han desarrollado una nueva forma de fabricar órganos artificiales y anatomía humana que imita la real, incluso hasta el punto de sangrar cuando se cortan.