Mientras que hoy en día la capacidad de ciertos robots para entender correctamente las órdenes verbales está comenzando a forjarse de manera satisfactoria, hay aún muchas lagunas en otra vertiente de la comunicación, una vertiente que los humanos usamos con fluidez y sin casi darnos cuenta pero que a los robots les puede resultar muy difícil: El lenguaje corporal.
Investigadores de la Universidad de Washington han desarrollado un lenguaje de programación que permite codificar instrucciones para construir moléculas de ADN.
Sigmo es un dispositivo capaz de traducir a 25 lenguajes, gracias a una conexión Bluetooth a su smartphone, permitiéndole hablar en su lenguaje nativo y escuchar la traducción al lenguaje deseado.
Microsoft y el Institute of Computing Technology de la Academia de Ciencias Chinas trabajan en el desarrollo de un traductor del lenguaje de señas o signos norteamericano y chino usando Kinect y el traductor de Bing.
El software LaMP resalta la utilidad de las películas a la hora de aprender un nuevo idioma, utilizando la traducción y los subtítulos. Con LaMP podrá reproducir videos con subtítulos en el idioma original y en español al mismo tiempo, permitiéndole aprender mientras disfruta del contenido.