Unos investigadores han demostrado con éxito cómo es posible conectar grafeno (una forma “bidimensional” de carbono, o sea con solo 1 átomo de grosor) con neuronas, manteniendo al mismo tiempo la integridad de estas células vitales.
Unos científicos han probado con éxito una técnica para alterar la actividad cerebral de ratas y con ello despertarlas o colocarlas en un estado de inconsciencia, cambiando los ritmos de disparo de las neuronas en el tálamo central, una región de la cual se sabe que regula el estado de alerta.