Según el MIT, los estadounidenses se tragan más de 3.500 baterías de tamaño botón cada año. Los investigadores quieren que la gente se trague un nuevo robot de origami plegado que está diseñado para recuperar objetos extraños, entre otras tareas.
Los fabricantes de electrónica persiguen constantemente formas de producir chips de computador más rápidos y baratos. Ahora, unos investigadores han determinado que el ADN, el material genético de la vida, podría ayudar a conseguir este objetivo, cuando se hace que adopte unas formas concretas, siguiendo un proceso que recuerda al antiguo arte del origami o papiroflexia.
Se ha conseguido construir dos máquinas de tamaño nanométrico con partes móviles, usando ADN como material de construcción programable que se autoensambla.