¿Alguna vez ha intentado recordar, sin éxito, una palabra que tenía en la punta de la lengua? Es algo que la mayoría de nosotros experimentamos; el, normalmente, sencillo proceso de verbalizar una frase que, de alguna manera, se quedó trabada debido a un molesto bloqueo mental.
Aunque se suele poner como ejemplo de discreción a las paredes, presumiendo de que no hablan, y por extensión al resto de elementos arquitectónicos, muebles y otros objetos comunes de una habitación, ahora la discreción de todos ellos sobre conversaciones que tengan lugar a su lado ya no está garantizada, debido al naciente campo de las técnicas ópticas capaces de percibir en objetos las vibraciones que el sonido del habla genera, y de descifrarlas con tanta sofisticación que ello permite distinguir las palabras pronunciadas.
Unos científicos del Laboratorio de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial (CSAIL) del MIT trabajando con colegas de la Universidad de Washington en el mismo país, han desarrollado un nuevo sistema informático que puede resolver automáticamente el tipo de problemas expresados en palabras que es habitual en las clases de introducción al álgebra.
Apache OpenOffice es la versión Apache de la suite ofimática de código abierto y ahora se ha lanzado una versión para Android que traslada la funcionalidad del escritorio a las tablets y smartphones.