Se ha demostrado por vez primera que un nuevo biomaterial hecho con hidrogel y péptidos incita a las células cutáneas a agruparse en la zona, cerrando de este modo heridas crónicas que no se curan por medios tradicionales, como úlceras en los pies asociadas a la diabetes, o llagas formadas en pacientes que llevan muchos días en la cama sin apenas cambiar de postura.