Algunos fabricantes de relojes de pulsera han tratado de salirse del concepto clásico al jugar con el diseño en la forma en la que vemos la hora, pero en la mayoría de los casos toda la atención siempre se ha centrado en la carátula, que sirve a modo de pantalla para saber qué hora es.
Los fabricantes de relojes tienen ahora una nueva herramienta para ayudar a distinguir sus creaciones genuinas de falsificaciones: marcas de agua nanoscópicas que son invisibles para el ojo humano, e imposibles de falsificar.
Han logrado diseñar un reloj de sol impreso en 3D que muestra el tiempo como números digitales que realmente cambian a medida que avanza el día y el sol se mueve a través del cielo.