Esta “pinza” es un instrumento de dos milímetros de grosor diseñado por investigadores de la Universidad de Vanderbilt para cirugías mínimamente invasivas e increíblemente precisas.
Imagine que ingresa a un hotel, y lo primero que encuentra es un dinosaurio robótico ocupando el cargo de conserje. A su lado puede observar otro robot, una mujer con uniforme completo y la capacidad de parpadear. El Henn na Hotel en Japón ya los tiene.
Un equipo de científicos de Harvard y la Universidad de California en San Diego cree que el robot perfecto no es ni rígido ni blando, en su lugar, es una combinación de ambos.
Los microrrobots llegan para limpiar nuestras arterias. Un ejército de pequeños artificios biodegradables podría ayudarnos a solucionar una de las patologías más extendidas y graves del mundo moderno.