Simular el cerebro humano es algo tan complicado, que incluso uno de los supercomputadores más poderosos del planeta apenas pudo hacerlo después de haber procesado datos por un espacio de cuarenta minutos, con un resultado equivalente a un solo segundo de actividad cerebral.
Investigadores de University of Zurich y ETH Zurich han logrado meter 11.011 electrodos en una sola pieza de dos milímetros por dos milímetros de silicio para crear un microchip que funciona igual que un cerebro real. La mejor parte de estos chips neuromórficos: pueden sentir.
Una reciente investigación describe un nuevo tratamiento que es capaz de restablecer las conexiones nerviosas perdidas en pacientes con la enfermedad de Alzheimer.