De aquí a dos décadas, la demanda de energía global habrá crecido más de un 30%, según la Agencia Internacional de la Energía, para entonces, la corporación japonesa Shimizu pretende iniciar la construcción de su iniciativa más ambiciosa, el proyecto Luna Ring.
Un equipo de ingenieros químicos y bioquímicos ha logrado cambiar el funcionamiento de las plantas. Han hecho que las plantas funcionen mejor mediante la incorporación de nanotubos de carbono en las hojas de las plantas para que absorban más luz. En pocas palabras, han creado plantas biónicas.
Se ha logrado dar con un modo de mejorar radicalmente los materiales termoeléctricos, un hallazgo que podría conducir algún día al desarrollo de mejores paneles solares, aparatos de refrigeración con mayor eficiencia energética, e incluso la creación de nuevos dispositivos capaces de convertir en electricidad adicional la enorme cantidad de calor desperdiciado en las centrales eléctricas.
Ubicado en Kinshasa, capital del Congo, se encuentra un robot capaz de dirigir el tráfico y poner multas a aquellos que cometan infracciones. Por si fuera poco, se le permite llevar gafas de sol mientras trabaja.
El calor, que puede ser producto de fuentes como por ejemplo el calentamiento solar o la quema de combustibles fósiles, puede ser convertido en electricidad con una eficiencia muy alta mediante un proceso conocido como conversión termiónica.