Investigadores coreanos obtienen de los filtros de los cigarrillos, carbono altamente poroso con mejores propiedades de almacenamiento de energía eléctrica que los nanotubos de carbono o grafeno.
Unos químicos han comprobado que la celulosa, el polímero orgánico más abundante en el planeta y parte importante de todo árbol, se puede calentar en un horno en presencia de amoníaco, y obtener a partir de ello componentes clave para supercondensadores.