Los consumidores nunca realmente han disfrutado de televisión en 3D. Tal vez fuese la necesidad de gafas (pasivas y activas), la falta de contenido de calidad o el costo total. En cualquier caso, rara vez alguien ha sido escuchado diciendo: “¿Por qué no vienes a mi casa a ver un poco de fútbol en 3D?”
¿En qué otro lugar puede sentirse usted más seguro que en su propia casa? Pero hoy hasta en nuestra cama podemos estar bajo el control del ‘ojo omnipresente’; y el culpable es un dispositivo que puede encontrarse en muchos hogares: el televisor inteligente.