Las propiedades magnéticas del óxido de hierro y la capacidad de generar señales fotoacústicas del oro se unen en una nanoestructura capaz de circular por el torrente sanguíneo del paciente y así detectar células tumorales sin necesidad de extracción, en una síntesis realizada por un equipo internacional de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) (España) y la Universidad de Washington.