A diferencia de los fármacos, los implantes activos actúan de manera local, tienen menos efectos secundarios y funcionan directamente a través de señales eléctricas, de forma muy parecida a como lo hace el propio cuerpo en muchos aspectos.
Un hombre de 25 años que se recuperaba de un coma ha hecho un notable progreso justo tras un tratamiento experimental para poner en marcha su cerebro usando ultrasonidos.
Ingenieros de la universidad de Berkeley han diseñado un pequeño sensor del tamaño de un grano de arena, que fue implantado con éxito en los músculos y los nervios periféricos de ratas.
Una nueva técnica de ultrasonido que utiliza pequeñas micro-burbujas para ayudar a mejorar el contraste de sus imágenes, es capaz de producir imágenes altamente detalladas de vasos sanguíneos, en el interior de animales vivos.