En un avance que podría conducir a órganos imprimibles y una mejor comprensión de la fisiología humana, los investigadores del Lawrence Livermore National Labs han impreso en 3D vasos sanguíneos funcionales que se ven y funcionan como los reales.
En un avance que podría conducir a órganos imprimibles y una mejor comprensión de la fisiología humana, los investigadores del Lawrence Livermore National Labs han impreso en 3D vasos sanguíneos funcionales que se ven y funcionan como los reales.