Prepárese para sorprenderse, porque un nuevo desarrollo en ingeniería biomédica puede haber revolucionado el tratamiento del corazón.
Estamos hablando de un “tatuaje” de grafeno que se adhiere al corazón y es capaz de enviar señales eléctricas para ayudarlo a mantener un latido regular.
Este “marcapasos futurista” tiene el potencial de cambiar las reglas del juego en el mundo de la cardiología, y los científicos estiman que una versión para uso humano ya podría estar disponible para pruebas dentro de los próximos cinco años.
El equipo de la Universidad Northwestern en Chicago ha estado trabajando durante años en dispositivos implantables que puedan adaptarse al cuerpo humano; sin embargo, un gran desafío al que se enfrentan es cómo combinar la electrónica rígida con tejidos blandos y pulsantes.
Para más contexto, el método actual para instalar marcapasos implica pasar cables con electrodos a través de una vena dentro del corazón, pero con el corazón latiendo alrededor de 100 000 veces al día, estos cables eventualmente se romperán.
La solución para este problema sería emplear materiales ultradelgados que se muevan con los movimientos del corazón (al igual que una envoltura de plástico en gelatina temblorosa).
Gracias al uso de grafeno (una sola capa de átomos de carbono dispuestos en un patrón de panal), los científicos pudieron terminar con un producto que emplea un material que es altamente flexible, biocompatible, transparente, conductor y mecánicamente fuerte.
Dmitry Kireev, un ingeniero biomédico de la Universidad de Texas en Austin, estuvo detrás del desarrollo, y cuando Igor Efimov de Northwestern vio el potencial del tejido cardíaco, se acercó a Kireev y nació una colaboración.
El grafeno se colocó en capas entre láminas de silicona elástica y polímero ultrafino, con cinta dorada que lo conectaba a los cables, lo que conducía a una fuente de energía.
En experimentos con corazones de ratones y ratas vivas, el tatuaje del corazón corrigió un latido irregular enviando pulsos de electricidad al órgano.
Las posibilidades de esta tecnología son alucinantes.
Las versiones futuras del tatuaje serán inalámbricas y usarán una pequeña antena para captar señales eléctricas de un dispositivo externo colocado en el pecho de una persona.
Efimov incluso imagina electrodos de grafeno del tamaño de granos de arroz inyectados en el músculo cardíaco, realizando tareas de marcapasos sin los típicos componentes torpes.
Fuente: Advanced Materials
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