Dos de los eventos naturales más devastadores que existen, tormentas y terremotos, se dan la mano constantemente en el fondo de los mares.
A falta de un nombre mejor, lo que llamamos ‘tormentamotos’ ha sorprendido a geólogos y meteorólogos.
Sobre todo, porque este nuevo fenómeno sísmico estaba ahí a la vista de todos en los datos de los servicios geológicos de todo el mundo.
“Simplemente no sabíamos qué buscar”, explicaba Wenyuan Fan, investigador de la Universidad Estatal de Florida y director de la investigación.
Según explican Han y su equipo, además de las enormes y amenazantes olas que generan las tormentas gigantes y los huracanes, existen un segundo tipo de olas que interactúan con el fondo marino.
En esos momentos el temblor del fondo marino puede llegar a alcanzar una magnitud 3.5 y, según sus datos, llegan a durar días.
Las conclusiones del estudio que acaba de publicar Geophysical Research Letters, explica que este tipo de eventos sísmicos son bastante comunes, pero no se han identificado hasta ahora porque se consideraban ruido de fondo.
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Eso sí, esta interacción entre olas y fondo marino solo puede causar terremotos cuando ocurre en zonas donde hay una gran plataforma continental y un fondo relativamente plano a poca profundad.
El equipo de Fan fue capaz de encontrar 14.077 ‘tormentamotos’ entre septiembre de 2006 y febrero de 2015 en los pocos lugares de la costa norteamericana que reúnen esos requisitos: el Golfo de México y las costas de Nueva Inglaterra, Nueva Escocia, Terranova y la Columbia británica.
Evidentemente, es difícil que este tipo de terremotos sean peligrosos para los seres humanos.
Al fin y al cabo, no solemos estar parados en el fondo del mar durante un huracán.
“Esto es lo último de lo que debe preocuparse”, dijo Wenyuan Fan a The Associated Press.
Sin embargo, los ‘tormentamotos’ sí revelan algo que se está convirtiendo en un clásico: lo poco que sabemos de fenómenos tan peligrosos como las tormentas y los terremotos.
Fuente: Xataca