Evidentemente, Twitter es un termómetro del clima social, pero, como demuestra un interesante estudio de la Universidad de Pensilvania, también de la salud psíquica y física de sus usuarios.
Rastreando los “trinos” de una determinada zona han descubierto que hay una clara correlación entre las manifestaciones de enfado, estrés y fatiga con el riesgo de enfermedades cardiacas.
Y al contrario: la abundancia de tuits que expresan entusiasmo y optimismo coinciden con una incidencia más baja de estos trastornos, el primer motivo de muerte en el planeta.
La investigación, realizada por el equipo de expertos en psicología y computación que forma el World Well-Being Project, ayuda a establecer una conexión difícil de comprobar empíricamente: la influencia del bienestar mental en la salud corporal.
Ya hace tiempo que se conocen los efectos nocivos de la hostilidad y la depresión, por ejemplo, ya que esos estados de ánimo conducen, además, a conductas insalubres como el alcoholismo, el aislamiento o la mala alimentación.
A recent study has proved that this amino acid can be http://greyandgrey.com/buy-7966 viagra online found in watermelon, peanut, soybean, pumpkin seed, diary products, chicken, pork, turkey, spirulina, chickpea, lentil etc. The town is small and has a population during most of the year of about 6,000 to 7000 people. viagra prices http://greyandgrey.com/third-department-decision-5-15-14/ This body chemical reacts with the body ingredients in order to cause the muscles around the tadalafil tab blood vessels. In addition to this, the condition has affected cialis no prescription http://greyandgrey.com/stuart-s-muroff/ssm/ a large number of relationships.
La red social de microblogging, donde la gente deja constancia de sus quejas e inquietudes, brinda en este sentido una valiosísima herramienta para visualizarlo.
Los expertos han comparado las estadísticas de enfermedades coronarias y fallecimientos por esta causa en 1.300 condados de Estados Unidos –el 88% del país– y las han comparado con los tuits que podían ser geolocalizados, a los que les han sometido a un análisis lingüístico para detectar expresiones emocionales.
Y, sorprendentemente, los mapas coinciden: donde abundaban palabras como “odio” o similares había más muertes por dolencias cardiacas, mientras que si destacaban términos como “maravilloso” o “amigos”, ocurría lo contrario.
Fuente: Muy Interesante