Disfrazaron al robot como un pulpo de coco que atraviesa las aguas de Indonesia, buscando un escondite mientras tiburones de punta negra cazan cerca.
El camuflaje no funcionará con los tiburones porque pueden detectar presas con su sentido del olfato, por lo que realmente no deja muchas opciones.
Sin embargo, imita bastante bien a su contraparte de la vida real, pero con cámaras y sensores integrados.
El robot tropieza con la mitad de una cáscara de coco en la que intenta compartir con un amigo.
El pulpo de coco mide típicamente 7 cm de largo e incluidos los brazos, 15 cm de largo.
Muestran un patrón de color típico con líneas oscuras ramificadas similares a venas, generalmente con un sifón amarillo.
Puede encontrarlos en fondos arenosos en bahías o lagunas.
Fuente: Techeblog