Los músculos blandos evitan que los robots sufran hematomas.
Investigadores de Harvard han desarrollado un RoboBee que utiliza músculos artificiales y blandos (en realidad, actuadores) para volar sin sufrir daños.
El robot puede chocar contra las paredes, estrellarse o incluso chocar con otras ‘abejas’ sin lastimarse.
Los voladores con músculos blandos han existido antes, pero este es el primero con suficiente densidad de potencia y control para flotar.
El truco consistía en mejorar la densidad de potencia a través de materiales refinados.
Los actuadores están hechos con elastómeros dieléctricos que se deforman bajo un campo eléctrico y tienen buenas propiedades aislantes.
Su conductividad de electrodo mejorada los ayuda a operar a los mismos 500Hz que los actuadores rígidos que se encuentran en otros bots de este tamaño.
También son fáciles de montar y reemplazar, por lo que podrían ampliarse con más aletas y actuadores para manejar tareas más complejas.
Se necesitó un modelo con cuatro actuadores y ocho alas para desplazarse de forma controlada.
La tecnología aún no es muy eficiente en comparación con los robots convencionales.
Sin embargo, los investigadores esperan mejorar la tecnología, y eventualmente les gustaría venderla.
Si lo hacen, hay numerosos usos potenciales.
Harvard imagina que estos robots son útiles para misiones de búsqueda y rescate, donde un robot podría tener que navegar por escombros peligrosos en busca de sobrevivientes.
Fuente: Engadget