Por eficiente o grande que resulte un turbina eólica hay un hándicap del que difícilmente se podrá librar: en ocasiones el viento no sopla lo suficiente.
El sector es consciente de ese reto y trabaja desde hace tiempo en fórmulas que permitan almacenar la energía sobrante, como las baterías de hierro-aire, las de arena o termofotovoltaicas, entre un largo etcétera que aspira a prestar servicio también a otras renovables, como la solar.
Ahora Optimetron busca ir un paso más allá con turbinas capaces de suministrar energía incluso cuando no hay viento.
El dispositivo se llama Zired y su clave está en su sistema de almacenamiento con aire comprimido, lo que le permite conservar energía prescindiendo de las baterías externas.
Para lograrlo emplea un compresor especial localizado en la góndola y que se activa con la rotación de las propias aspas del aerogenerador.
Gracias a esa rotación el aire se comprime en un depósito interno, generando lo que la compañía llama “energía potencial“.
Cuando resulta necesario, por ejemplo porque las rachas de viento no son lo suficientemente fuertes, el sistema la libera para, con ayuda de un motor y un generador, convertirla en electricidad.
“Zired es un dispositivo de almacenamiento a largo plazo que conserva energía en forma de aire comprimido.
El mecanismo extrae energía del viento y acciona de forma puramente mecánica un compresor“.
Cada uno de los motores y compresores pesa cerca de 100 kg.
Entre sus ventajas Optimetron destaca la capacidad para producir electricidad bajo demanda, su bajo costo y que en el diseño utiliza “únicamente materiales respetuosos con el medio ambiente”, entre los que cita expresamente la cerámica, el acero o una cantidad de concreto que, asegura, es muy inferior al de otros aerogeneradores.
Gracias a su energía potencial se alimenta un motor Zired situado en tierra que se encarga de convertir la energía en electricidad mediante un generador comercial.
“Se pueden lograr capacidades de almacenamiento de hasta 2 GWh en términos absolutos y hasta 4 GWh retrospectivamente“, indica la empresa, que reivindica que aunque la fuente de energía renovable deje de estar disponible, el compresor es capaz de seguir produciendo electricidad durante “días, semanas o meses“, en función tanto de la capacidad de almacenamiento como del consumo diario.
El dispositivo centra el foco en uno de los grandes desafíos de las energías renovables: su intermitencia, lo que hace que ajustar la generación a la demanda suponga un reto y obligue a recurrir a baterías y otras fuentes de respaldo.
Fuente: Optimetron