Las nanopartículas son extremadamente pequeñas, menos de 100 nanómetros de tamaño, pero pueden tener un gran impacto en medicina, tecnología solar, baterías, computación y otras industrias.
Las nanopartículas son generalmente más reactivas, más fuertes y más versátiles que otras moléculas, aunque a sólo una milmillonésima parte de un metro de tamaño,pero son muy difíciles de maniobrar. Pero esa barrera final puede desaparecer pronto.
Los ingenieros Yuebing Zheng, Deji Akinwande y Andrew Dunn de la Universidad de la Escuela Cockrell Texas crearon una técnica que permite a los investigadores recoger hábilmente incluso nanopartículas individuales y moverlas a lugares específicos.
Los creadores lo llaman “litografía de lapicero-burbuja.”
Los científicos centran un láser debajo de una hoja de nanoislas de oro hasta que se crea una microburbuja de agua vaporizada.
La burbuja absorbe una nanopartícula dirigida y los investigadores entonces pueden moverla alrededor de la superficie como lo deseen.
Una vez que el láser se apaga, la burbuja desaparece y la nanopartícula permanece.
Este sistema puede permitir a los investigadores controlar con precisión células individuales, bacterias, virus y material biológico para estudios más rigurosos y detallados.
También puede funcionar con diseños pre-programados como una impresora 3D (así es como los ingenieros crearon el símbolo Longhorn en el video).
“La capacidad de controlar una sola nanopartícula y fijarla a un sustrato sin dañarla podría abrir grandes oportunidades para la creación de nuevos materiales y dispositivos”, Zheng dice en un comunicado de prensa.
“La capacidad de organizar partículas ayudará a avanzar en una clase de nuevos materiales, conocidos como metamateriales, con propiedades y funciones que no existen en los materiales naturales actuales.”
Fuente: Engadget