Antidepresivo podría ayudar a combatir el cáncer

Varios estudios apuntan al potencial de combinar antidepresivos e inmunoterapia contra el cáncer, pero en el último se señala el fármaco más prometedor.

Existe una gran discusión sobre la eficacia de los antidepresivos. Muchos psicólogos argumentan que no tienen ninguna utilidad, ni contra la depresión ni contra otras afecciones de salud mental.

En cambio, otros psicólogos y la práctica totalidad de los psiquiatras apuntan a que, si bien se debe cuidar cuándo y para qué se prescriben, sí son eficaces y constituyen un buen complemento para la terapia psicológica.

Pero parece que la terapia no es lo único que pueden complementar, según se concluye en un estudio en el que se describen los efectos positivos de combinar antidepresivos con inmunoterapia contra el cáncer.

Concretamente, este estudio, que se publicó a finales de 2023, hacía referencia al antidepresivo clorhidrato de ansofaxina.

Si bien en China, donde se realizó la investigación, está aprobado para casos de depresión mayor, las autoridades sanitarias de otros países aún no han dado luz verde para su administración.

Esto se debe a que se considera todavía casi como un fármaco experimental.

No obstante, sus efectos para potenciar las terapias contra el cáncer se han convertido en otro motivo para estudiarlo en profundidad.

Previamente se han realizado estudios en los que se combinaban otros antidepresivos con inmunoterapia.

Pero este en concreto parece tener un espectro más amplio y, además, producir menos efectos secundarios en los pacientes.

Es un descubrimiento interesante, pero aún hay mucho que investigar, pues no se sabe cómo pueden potenciarse estos fármacos entre sí.

Puede que la reducción del estrés ayude, pero debe haber algo más y eso es lo que se debe investigar.

Los primeros experimentos de esta combinación de antidepresivos e inmunoterapia se han llevado a cabo con ratones y cultivos de células de cáncer de colon.

En ambos casos, se ha observado que el uso de este fármaco junto con la inmunoterapia provocó una respuesta defensiva más potente por parte del sistema inmunitario.

Además, este quedó con memoria para volver a atacar a las células cancerosas cuando fuese necesario.

Concretamente, parece que el clorhidrato de ansofaxina actúa sobre todo sobre las células CD8+T, una de las mejores armas que tiene el sistema inmunitario contra el cáncer.

No obstante, también se observó un aumento de los niveles de otras células inmunitarias tan importantes como los natural killers o los macrófagos.

Al probar la combinación de antidepresivos e inmunoterapia, se logró eliminar por completo los tumores del 20% de la muestra, lo cual resulta mucho más eficaz que si se probaba solamente la inmunoterapia.

Este no es el primer estudio en el que se analiza una combinación de antidepresivos con inmunoterapia.

Buena parte de los antidepresivos que se utilizan hoy en día son de los conocidos como inhibidores de la recaptación de serotonina.

Su función, como su propio nombre indica, es impedir o retrasar la reabsorción de la serotonina, de manera que sus efectos sobre las células del sistema nervioso se mantengan durante más tiempo.

En el caso del clorhidrato de ansofaxina, no solo inhibe la recaptación de serotonina.

También hace lo propio con la dopamina y la norepinefrina, por lo que sus efectos son más amplios.

Esto lo convierte en un candidato magnífico, aunque no es el único fármaco antidepresivo de este tipo.

La fluoxetina tiene efectos parecidos, de ahí que también se haya probado su combinación con inmunoterapia contra el cáncer.

El problema es que es un fármaco mucho más antiguo, que tarda más en actuar y puede provocar una mayor cantidad de efectos secundarios.

Ocurre lo mismo con la sertralina, un inhibidor de la recaptación de serotonina que, en combinación con inmunoterapia, ha ayudado a neutralizar células cancerosas humanas, procedentes de tumores de mama, pulmón, hígado o cerebro, entre otros.

Ahora bien, ni estos ni ningún antidepresivo funciona por sí solo contra el cáncer.

Solo deben usarse en combinación con tratamientos anticancerígenos.

La mejor combinación es la de antidepresivos e inmunoterapia, por lo que se debe seguir investigando en esa línea.

Podría ser un buen impulso contra esta terrible enfermedad.

Fuente: Frontiers