Imprimir piezas en destino es mucho más eficiente que enviarlas listas desde la Tierra.
En algún momento del futuro, los seres humanos deberíamos volver a pisar la Luna para más tarde emprender un viaje mucho más ambicioso a Marte.
Sabemos que se trata de dos desafíos colosales que llegan acompañados de una enorme cantidad de retos que deben ser superados.
Uno de ellos tiene que ver con el acceso a piezas y herramientas desde bases que estarán realmente alejadas de nuestro planeta.
Imagínese que está en una base lunar y necesita una pieza de repuesto específica, una interfaz de montaje o una llave inglesa.
Así que en lugar de esperar la próxima misión de abastecimiento decide imprimir en 3D con metal exactamente lo que buscaba.
Esta es la idea que persigue la Agencia Espacial Europea (ESA) junto al gigante aeroespacial Airbus. Y este año acaban de dar un paso importantísimo.
El pasado 30 de enero, la ESA envió a la Estación Espacial Internacional (ISS) a través de la misión de carga Cygnus NG-20 una novedosa impresora 3D desarrollada por Airbus.
Si bien hay varias impresoras 3D a bordo del laboratorio orbital más famoso, esta será la primera capaz de imprimir piezas metálicas con esta técnica.
Según explica la agencia europea, estamos frente a un equipo experimental de características innovadoras.
La misión de esta nueva impresora 3D en la ISS será demostrar su funcionamiento en el espacio a través de la creación de cuatro muestras que primero serán analizadas en órbita y después serán enviadas a la Tierra.
Se prevé que cada una de las piezas tarde unas 40 horas en imprimirse y que durante el proceso se pongan a prueba una serie de estrictos mecanismos de seguridad de impresión.
Por lo general, las impresoras de polímeros de la ISS funcionan a unos 200 grados centígrados, pero esta nueva impresora funcionará a temperaturas que pueden superar los 1.200 grados centígrados.
Ciertamente esto es desafiante para el ambiente controlado del laboratorio orbital.
El otro desafío tiene que ver con el espacio. Airbus ha reducido el tamaño de este tipo de impresora de varios metros cuadrados al tamaño de una lavadora.
El astronauta de la ESA Andreas Mogensen preparará la impresora 3D de en el European Draw Rack Mark II del módulo Columbus.
Después comenzarán las pruebas que se dirigirán y monitorizarán desde la Tierra.
En cuanto a la materia prima, se utilizará acero quirúrgico.
Fuente: ESA