La primera molécula del Universo: tras décadas tras ella, acabamos de descubrir una de las piezas clave del amanecer de la química.
Nunca sabremos qué pasó exactamente, pero nos lo hemos imaginado muchas veces.
Durante años, los investigadores han creído que cuando los restos del Big Bang se comenzaron a enfriar y los elementos empezaron a tontear entre ellos, la primera molécula que surgió fue el hidruro de helio.
Fue el primer enlace, el “Amanecer de la química”.
Sin embargo, en nuestro mundo actual no es fácil de encontrar. Ni siquiera allá en las estrellas.
El motivo es que el helio es, en general, un gas poco sociable.
Precisamente por eso, tiene un papel fundamental en la química del universo primitivo y estudiando cómo se forma en en el medio interestelar.
Si éramos capaces de encontrarlo, podríamos aprender sobre cómo fueron aquellos primeros momentos.
This happens because the blood flow to the penis tissues, stretching them, to make the body create new tissues to increase length and girth of the male organ. buy pfizer viagra The spinal canal sildenafil tablets india of the neck becomes small and narrow applying pressure on the spine. It also improves memory, modulates voice, enhances complexion, improves eye sight, strengthens cialis pill online purchased that bones and joints, improves digestion and regularizes bowel movement. The physiatrist doctor will conduct a thorough physical examination of a patient in order to decide the on line levitra necessary procedures to shape a medical course of action.Sin embargo, durante todos esos años y, sobre todo, desde la década de los 70, los astrónomos se han afanado por encontrar esta molécula formada de nuevo en el corazón de las nebulosas planetarias o en fenómenos de este tipo.
No fuimos capaces de encontrarla, no daba señales de vida.
Hasta ahora.
Para encontrar la molécula esquiva, los astroquímicos buscan las frecuencias características de la luz que emite, particularmente una línea espectral en el infrarrojo lejano, típicamente bloqueada por la atmósfera de la Tierra.
A 3000 años luz de la Tierra en la nebulosa planetaria NGC 7027 (ver foto arriba), el Observatorio Estratosférico para la Astronomía Infrarroja (SOFIA, por sus siglas en inglés), un enorme telescopio integrado en un Boeing 747, ha encontrado grandes cantidades de hidruro de helio en los restos de lo que alguna vez fuera una estrella parecida al Sol.
“Esta molécula estaba al acecho, pero necesitábamos los instrumentos adecuados para hacer las observaciones en la posición correcta y, gracias a SOFIA, hemos conseguido hacerlo al fin”, explicaba Harold Yorke, director del SOFIA Sience Center.
Ahora queda un reto aún mayor, entender cómo con esos ladrillos empezó todo lo demás.
Fuente: Xataca
Recientemente, Sanctuary AI presentó su mano robótica que ahora es capaz de manipular objetos. (more…)
Especialistas en robótica de la Universidad de Leeds y el University College de Londres han…
El lenguaje de señas es un medio de comunicación sofisticado y vital para las personas…
Según un nuevo estudio dirigido por el Imperial College, una tecnología de navegación que utiliza…
Gemini 2.0 Flash Thinking Experimental es una nueva versión de la IA de Google que…
Las computadoras cuánticas difieren fundamentalmente de las clásicas. En lugar de utilizar bits (0 y…