Camille Boyer y el director de fotografía Nik Mirus trabajaron con una agencia con sede en Montreal llamada Caravane para crear un cortometraje surrealista llamado Club Palace.
Parece el proyecto de último año de un estudiante de animación por computador, pero en realidad todo fue filmado usando miniaturas de la vida real y efectos prácticos inteligentes.
La iluminación, los escenarios detallados y los movimientos precisos de la cámara le harán pensar que lo que está viendo seguramente salió de una computadora después de un par de semanas de renderizado.
Incluso hay una habitación con una piscina imposible, al revés, con ondas de agua que parecen sacadas de un videojuego.
Pero son sus ojos y su cerebro los que le están engañando esta vez.
El siguiente video que muestra el detrás de cámaras, revela la escala de todos los decorados y las técnicas utilizadas.
Fuente: Gizmodo