Las persecuciones a alta velocidad en carreteras y autopistas de todo el mundo se ven excitantes en la televisión y en YouTube, pero representan un riesgo gigantesco; en un intento por reducir dicho riesgo, aparece el sistema StarChase, que dispara “balas pegajosas” con un dispositivo GPS integrado.
En términos sencillos, StarChase es un cañón instalado en la parte delantera de la patrulla, encargado de disparar unas balas especiales compuestas por una sustancia pegajosa y un pequeño dispositivo GPS que comienza de inmediato a transmitir sus coordenadas.
http://youtu.be/qXCi_na80wQ
Con esa referencia a su favor, la policía puede pasar a un modo pasivo, permitiendo que el fugitivo se relaje, y reduciendo al mismo tiempo la posibilidad de un accidente. La teoría detrás de StarChase es bastante buena, pero necesita más pruebas, sin mencionar uno o dos ajustes.
En una demostración para la prensa, solamente una sobre un total de cuatro balas quedó adherida a un vehículo.
Y después está el precio: El cañón StarChase cuesta cinco mil dólares, y a pesar de lo que indica el reportero en el video, cada bala GPS tiene un precio estimado de 500 dólares. No son números fáciles de procesar para quienes pagan impuestos, pero si salva vidas, debería ser bienvenido.
Fuente: Neoteo