Estamos viendo cómo las tecnológicas dan más y más pasos para lograr carros autónomos en las ciudades, pero ¿qué pasa cuando estas ciudades están repletas de canales?
Pues que en ese caso también encaja la idea de una embarcación autónoma que pueda navegar por sí sola.
Es lo que está haciendo realidad el proyecto Roboat III.
Este pequeño barco tiene 4 metros de eslora y es capaz de trasladar a cinco personas, o incluso 1.500 Kg de carga.
Se está probando en Amsterdam, ciudad donde hay tantos canales que el Roboat III puede ser un “barcotaxi” perfecto para sus vecinos o un pequeño bote donde poder hacer reparto de mensajería.
Otras funciones también incluyen a recolección de residuos, o la formación de un puente bajo demanda combinando varias unidades.
Para cada uso hay una cubierta especial, y en todos los casos se recurre a sensores LiDAR y un GPS para poder surcar los canales sin problemas.
Su motor eléctrico da una autonomía de 10 horas.
El desarrollo del Roboat lleva activo desde 2016, y desde entonces ha ido experimentando varios cambios de diseño y de tamaño.
Un punto clave del desarrollo fue cuando lograron que la embarcación tuviera dos metros de eslora, suficiente como para acomodar a dos personas en él.
Ahora la tercera gran versión del vehículo presume de una gran maniobrabilidad (es capaz de girar casi sobre su propio eje central) y funciones especiales para maniobras delicadas (como acercarse a un borde del canal para que alguien ate un cabo).
De momento hay dos unidades del Roboat III haciendo tests en Amsterdam, pero la idea es empezar a hacer las primeras pruebas públicas pronto.
Una flota de barcos como esta puede operar las 24 horas del día de forma autónoma, aunque por razones de seguridad habría un operador remoto por cada 50 barcos para asegurar que todo vaya bien.
Otras ciudades como Venecia también podrían aprovechar este tipo de embarcaciones, y tampoco estaría mal ver algo así en ríos de ciudades como París, Londres o Moscú.
Fuente: New Atlas