Científicos de Caltech acaban de anunciar el desarrollo de uno de los materiales más fuertes y ligeros jamás creados. Es lo suficientemente ligero para flotar como una pluma, y tan singularmente fuerte, que puede ser aplastado y recuperar completamente su forma. Está hecho de cerámica.
La combinación de estas características es posible gracias a la construcción de enrejados entrecruzados (como los puntales de la Torre Eiffel) en una escala microscópica.
Los llamados materiales cerámicos nanoestructurados entonces se comportan como un material completamente nuevo que podría ser utilizado para construir aviones ultraligeros o electrodos de baterías.
El truco para la construcción de cerámica que no se rompe como plato de cocina, está en fabricar tubos reticulados en una estructura lo suficientemente delgada para que puedan doblarse y recuperarse.
La estructura mide unos 10 nanómetros de espesor.
En la siguiente figura, la estructura en la parte inferior cuenta con tubos más anchos y claramente no puede recuperarse.
Ahora, el truco va a venir en la manera de fabricar el material de una manera económica.
Fuente: Gizmodo
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