IBM anunció en enero del 2019 el Q System One, el primer computador cuántico comercial.
Hasta ese momento tanto esta compañía como Intel, Honeywell o Google, y puede que alguna más, tenían prototipos de computadores cuánticos para investigación, pero la llegada de una máquina con vocación comercial lo cambió todo.
Y lo hizo por una razón: puso encima de la mesa la posibilidad de utilizar un computador cuántico para contribuir a la búsqueda de la solución de un problema del mundo real.
Aun así, incluso hoy, y ya han pasado cuatro años, la prudencia nos invita a moderar nuestras expectativas.
Los computadores cuánticos disponibles, incluso aquellos con vocación comercial, no son otra cosa que prototipos con carencias, por lo que su contribución real todavía no está clara.
En diciembre de 2020 un grupo de investigadores de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China y la Universidad Tsinghua de Pekín alcanzó la supremacía cuántica.
Pero esto no es todo. Este país está realizando aportaciones teóricas muy relevantes, y acaba de alcanzar un nuevo hito.
Origin Quantum, que es la empresa que ha puesto a punto este computador cuántico, asegura que su tecnología es el resultado de su esfuerzo en investigación y desarrollo, por lo que posee la propiedad intelectual y los derechos de su hardware cuántico.
Wuyuan, que es el nombre comercial de este computador cuántico, es una máquina de 24 cúbits superconductores.
A mediados del pasado mes de noviembre IBM presentó Osprey, un procesador cuántico de nada menos que 433 cúbits, por lo que los 24 cúbits de Wuyuan a priori saben a poco.
No obstante, es importante que pongamos estas cifras en perspectiva para identificar con precisión qué representa realmente la llegada de este computador cuántico chino.
Q System One, la primera máquina cuántica comercial de IBM, llegó con 20 cúbits, pero, en realidad, esta compañía en aquel momento ya tenía prototipos de computadores cuánticos más avanzados que, eso sí, no estaban disponibles comercialmente.
Sobre el papel Wuyuan está al menos a la altura de esta máquina de IBM.
El primer prototipo de Wuyuan está disponible desde hace más de un año, por lo que es probable que este computador cuántico no sea actualmente la máquina más avanzada que tiene esta empresa.
Guo Guoping, que es el fundador de Origin Quantum, defiende que su tecnología entregará beneficios reales a la sociedad en un plazo de tres o, a lo sumo, cinco años.
Como declaración de intenciones no está nada mal.
Ya veremos si antes de que acabe esta década el hardware cuántico de IBM, Origin Quantum, Honeywell, o el de cualquier otra empresa, realmente consigue resolver algún problema del mundo real y con aplicaciones prácticas que quedan fuera del alcance de los supercomputadores clásicos que tenemos actualmente.
Fuente: South China Morning Post