Es difícil detectar las células cancerosas, sólo una de cada mil millones de células sanguíneas son cancerosas.
¿Cómo aislarlas para saber el problema que alguien está enfrentando y eventualmente tratarlo?
Investigadores han desarrollado un chip microfluídico que utiliza un laberinto circular para separar las células cancerosas del resto de su torrente sanguíneo y detectar las células que propagarán agresivamente ese cáncer.
En última instancia, es un uso creativo de la física.
Las curvas tienden a empujar las células cancerosas más grandes hacia delante (las células regulares más pequeñas se aferran a las paredes), mientras que las esquinas mezclan las cosas y ponen los glóbulos blancos en una posición ideal.
Y lo más importante, es mucho más rápido que los métodos convencionales, que utilizan marcadores y trampas para unir gradualmente las células cancerosas.
La sangre fluye rápidamente, por lo que sólo espera minutos para identificar el cáncer.
Y si necesita mejores resultados que los que obtuvo la primera vez, sólo tiene que agregar otro chip.
La técnica podría ser la clave para una nueva ola de tratamientos contra el cáncer.
Si puede distinguir a las células de cáncer agresivo, tendrá una mejor idea de cómo tratar el cáncer en cuestión.
En un ensayo en curso sobre el cáncer de mama, por ejemplo, demostrará si el bloqueo de una molécula de señalización inmunológica podría reducir el número de células cancerosas.
Esto no necesariamente conducirá a curaciones para los cánceres agresivos, pero podría ofrecer esperanza en las situaciones donde un cáncer sería de otra manera imposible de parar.
Fuente: Engadget