Un equipo de ingenieros químicos y bioquímicos ha logrado cambiar el funcionamiento de las plantas. Han hecho que las plantas funcionen mejor mediante la incorporación de nanotubos de carbono en las hojas de las plantas para que absorban más luz. En pocas palabras, han creado plantas biónicas.
“Imaginamos nuevos biomateriales híbridos para aprovechar la energía, auto-reparación de materiales solares y detectores químicos de contaminantes, pesticidas, hongos e infecciones bacterianas”, dijo el ingeniero químico del MIT, Juan Pablo Giraldo.
La decisión de utilizar nanotubos de carbono, hojas enrolladas en forma de pitillos, tiene sentido.
Pueden absorber la luz solar y la convierten en flujo de electrones.
De hecho, las tasas de fotosíntesis en las plantas inyectadas con nanotubos fueron tres veces más altas que en las que no se inyectaron.
Los científicos descubrieron que los nanotubos de carbono trabajaban como sensores y dejarían de brillar con luz infrarroja si el óxido nítrico, un contaminante común, estaba presente, como se muestra en la foto.
Giraldo sugiere que las plantas biónicas podrían ser utilizados como “detectores bioquímicos para el monitoreo de las condiciones ambientales en las ciudades, campos de cultivo, aeropuertos o instalaciones de alta seguridad”.
El uso de las plantas como sensores de detección de contaminación parece un poco peligroso para las plantas, pero, ellas sobrevivieron muy bien.
No está claro cómo los nanotubos incrustados funcionarán y afectarán a largo plazo.
Fuente: Gizmodo