La Universidad de Harvard ha conseguido implantar microcables en cerebros de ratones.
El estudio tenía como objeto obtener posibles curas para diversas enfermedades neurodegenerativas, afirma el doctor Charles Lieber a la revista «Nature».
La investigación sobre neuronas todavía resulta una incógnita en elementos como la percepción o las emociones y esto ha llevado a una búsqueda científica en la comunidad por encontrar en método preciso.
Cada fibra, que cuenta con un tamaño nanomolecular, tiene alrededor de ella transistores en cada intersección para recopilar los datos.
Aunque no ocupan más de un 5% del cable en sí.
El concepto se desarrolló, según Lieber, ante el problema de realizar una investigación en un cerebro «activo».
La respuesta del equipo fue establecer magnitudes microscópicas que no intervinieran de manera invasiva en el cerebro: se encajan en pequeñas cavidades y recovecos como una gasa.
Todos estos cables minúsculos están conectados al computador donde graban y procesan las actividades cerebrales.
Por el momento, estos cables han permitido introducirse en dos regiones del cráneo, en una especie de «polímero de red» de manera parecida a una «matriz».
Permitirá, en un futuro, realizar investigaciones sobre los trastornos producidos luego de un infarto cerebral o medir de manera más precisa la enfermedad de Parkinson.
Queda, según confirma Lieber, tiempo para que sea aplicado en humanos.
Fuente: ABC