Una nueva batería hecha en Europa aspira a resolver el rompecabezas del auto eléctrico barato.
El precio de los vehículos se ha elevado sensiblemente en los últimos años como consecuencia de un cambio radical en el mercado.
Esto es consecuencia de políticas que han reducido la contaminación que sale por el escape de nuestros vehículos y han mejorado la seguridad de los autos.
Y a esta vorágine de cambios hay que sumar las normativas anticontaminación y los objetivos climáticos.
La Unión Europea tiene ambiciosos objetivos, de 2030 en adelante, que pasan por electrificar en gran medida la oferta actual de los vehículos.
Una electrificación que está elevando el precio de los automóviles.
Todo ello está elevando el suelo del automóvil.
Es decir, el precio de entrada para comprarse un carro nuevo está creciendo y, ahora, la duda es dónde se pondrá ese límite y qué podemos esperar de él.
Las baterías que ofrecen las mejores autonomías (NMC y NCA) son más caras que las LFP.
Las de electrolito sólido se esperan para los últimos años de esta década y para los vehículos más costosos.
Los autos baratos apuntan a las baterías de sodio.
Este tipo de acumulador de energía presume de un costo de fabricación mucho más barato que las baterías actuales pero tienen el problema de una menor densidad energética.
La empresa Northvolt ha anunciado que está desarrollando una batería de estado sólido que presume de carecer de litio, cobalto, grafito y níquel, materiales altamente costosos y muchos de ellos esenciales en los acumuladores actuales.
El gran avance, según ha adelantado la propia empresa, es que ya cuentan con celdas de este tipo que pueden terminar por dar forma a las baterías de sodio.
Tienen forma de bolsa y aseguran que cuentan con una densidad energética de 160 Wh/kg, la mayor de una batería de este tipo y a la altura de las baterías LFP actuales.
De momento, la primera generación de estas baterías está pensada para el almacenamiento estacionario de energía pero en la segunda generación ya se contempla la utilización de estos acumuladores de energía en autos eléctricos y transporte pesado.
La compañía, que tiene como clientes a BMW, Volvo, Polestar o Volkswagen, asegura que, además de ser más baratas y ofrecer una cantidad de energía similar a las baterías actuales, sus acumuladores de sodio son más seguros cuando se les someten a altas temperaturas.
Fuente: northvolt