Científicos han logrado crear dientes similares a los humanos en un laboratorio, e implantarlos dentro de la boca de un cerdo en miniatura, en un presagio de nuevas y extrañas fronteras para la odontología.
Los investigadores de Tufts crearon mediante bioingeniería esta fascinante monstruosidad utilizando una mezcla de células dentales bovinas y humanas que se cultivaron dentro de trozos de dientes de cerdo.
La idea detrás de esta aterradora mezcla hecha en laboratorio es crear dientes de reemplazo para pacientes humanos.
La investigadora principal Pamela Yelick, que dirige un laboratorio de bioingeniería de tejidos homónimo en Tufts, y su compañero postdoctoral Weibo Zhang llevan años buscando formas de crear implantes dentales que se adapten perfectamente a las bocas de las personas.
“Es muy difícil reemplazar un implante, porque primero hay que reconstruir todo el hueso que se ha absorbido con el tiempo y que se ha ido“, dijo la experta en bioingeniería.
“Estamos trabajando para intentar crear dientes de reemplazo funcionales”.
A lo largo de su larga búsqueda para desarrollar mejores dientes, Yelick ha utilizado células de mandíbulas de cerdo porque los animales de granja desarrollan muchos juegos de dientes a lo largo de sus vidas.
Para ello, la científica ha rescatado mandíbulas de cerdo de mataderos y ha obtenido las células de allí.
Durante una iteración previa del experimento la profesora desarrolló dientes híbridos de cerdo y humano en andamios biodegradables que luego se implantaron en el abdomen de ratas porque las mandíbulas de los roedores eran demasiado pequeñas para la variedad de dientes.
Aunque ese extraño experimento claramente allanó el camino para este último desarrollo, los investigadores dijeron que no llegaron a la estructura similar a la humana descubierta en la última iteración hasta que construyeron andamios a partir de trozos de dientes bovinos e implantaron el producto semiacabado dentro de las mandíbulas de minicerdos.
Después de dos meses, los dientes cultivados en laboratorio fueron posteriormente extraídos y Yelick quedó impresionada al descubrir que eran muy “parecidos a los dientes“.
Las nuevas estructuras incluso habían comenzado a desarrollar capas duras de dentina y cemento, que se producen en los dientes humanos adultos.
Yelick, una perfeccionista evidente, admitió que ella y Zhang aún no han creado “dientes bellamente formados“, pero eso solo la está impulsando a seguir adelante.
“Somos optimistas de que algún día podremos crear un sustituto dental biológico funcional que pueda llegar a las personas que necesitan un reemplazo dental”, dijo la científica.
Fuente: MIT Technology Review