Un equipo de científicos de la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos logró insertar con éxito genes de músculos humanos en un poco de levadura de panadería por primera vez.
Los genes humanos en cuestión expresan una ruta metabólica que involucra la descomposición de los azúcares para producir energía, el mismo mecanismo que forma parte de muchos trastornos comunes (incluido, entre otros, el cáncer).
Eso significa que la “levadura humanizada” diseñada podría abrir muchas puertas en los campos de detección de drogas e investigación del cáncer, demostrando de una vez por todas que sí, la levadura puede servir como una herramienta excelente en el arsenal de un científico.
Pero también, no, no es el único que piensa que meter genes humanos en un poco de levadura de panadería suena inusual.
“Parece extraño, ya que la levadura vive como células individuales y los humanos consisten en un sistema sustancialmente más complejo, pero las células funcionan de una manera muy similar“, dijo Pascale Daran-Lapujade, investigadora de TU Delft y autora principal del nuevo estudio.
“En comparación con las células o los tejidos humanos, la levadura es un organismo fantástico por su simplicidad de crecimiento y su accesibilidad genética: su ADN puede modificarse fácilmente para abordar cuestiones fundamentales“, agregó.
“Muchos descubrimientos fundamentales, como el ciclo de división celular, se dilucidaron gracias a la levadura“.
La investigación también demuestra el poder de la edición de genes.
“No solo trasplantamos los genes humanos a la levadura, también eliminamos los genes de levadura correspondientes y los reemplazamos por completo con los genes de músculo humano“, dijo Daran-Lapujade.
“Se podría pensar que no se puede intercambiar la versión de levadura con la humana, porque es un proceso muy específico y estrictamente regulado tanto en las células humanas como en las de levadura”, agregó.
“¡Pero funciona de maravilla!”
De hecho, Daran-Lapujade y sus colegas se sorprendieron al descubrir que las enzimas que los genes humanos producían en la levadura eran sorprendentemente similares a las de las células humanas.
Y el equipo no quiere quedarse ahí.
“Este es solo el punto de partida”, dijo el biotecnólogo, “podemos humanizar aún más la levadura y, paso a paso, construir un entorno humano más complejo en la levadura“.
Fuente: SciTechDaily