Investigadores han creado un músculo artificial 1.000 veces más fuerte que nuestros músculos.
Utilizan dióxido de vanadio, el cual es un aislante a bajas temperaturas, pero se convierte en un excelente conductor a 67 grados centígrados.
Es posible gracias a un cambio en la estructura física del material que puede ser aprovechada para crear movimiento, y, finalmente, los investigadores creen que el dióxido de vanadio podría llevar a crear una electrónica más rápida y más eficiente energéticamente, así como a máquinas diminutas y, finalmente, a robots muy fuertes.
Un equipo de científicos del Laboratorio Nacional Lawrence Berkeley de Energía EE.UU. ha construido un motor muscular muy pequeño hecho de dióxido de vanadio, que es capaz de lanzar objetos 50 veces más pesados que sí mismo, a distancias de cinco veces su longitud.
Libra por libra, el dispositivo, similar a un resorte pequeño, es 1.000 veces más potente que un músculo humano, y se mueve más rápido que un parpadeo.
Fuente: Gizmodo