Investigadores de la Universidad Duke han creado con éxito músculo esquelético viviente que se asemeja al real, hasta en la capacidad de repararse a sí mismo.
Este músculo artificial logra su autocuración gracias a su suministro de células madre musculares.
Las células madre del músculo también se conocen como células satélite, y en nuestros cuerpos, tienden a reparar músculos lesionados.
Por supuesto, su presencia no es suficiente, todavía tienen que permanecer en un microambiente especial que se conoce como un nicho.
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La simple implantación de células satélite del músculo o menos desarrolladas no funciona tan bien.
El músculo bien desarrollado que se creó en laboratorio proporciona nichos para que las células satélite puedan vivir, y, cuando sea necesario, restaurar la musculatura robusta y su función.
El siguiente paso para los investigadores es ver si su producto de ingeniería podría reparar los daños causados por lesiones musculares o enfermedades en el cuerpo.
Fuente: Ubergizmo