Los robots pueden hacer cosas increíbles, pero cuando los robotistas empiezan a crear robots insectoides, las cosas se ponen realmente espeluznantes.
Sin embargo, imitar el comportamiento de los insectos a menudo puede ser la manera perfecta de dar a los robots habilidades adicionales.
En ese sentido, un grupo de investigación ha creado lo que ellos llaman el JumpRoACH.
Creado por el SNU Biorobotics Lab de Corea del Sur en colaboración con el Biomimetic Millisystems Lab de la Universidad de Berkeley, el pequeño robot pesa sólo 59.4 gramos y puede saltar a una altura de poco más de 152 cm.
Y al igual que un insecto, el robot puede realizar sus saltos, incluso mientras está corriendo, y si cae e espaldas es capaz de voltearse por sí solo.
Un día, la humanidad probablemente se arrepentirá de dar a estos pequeños robots dichas capacidades asombrosas, pero por ahora podemos simplemente maravillarnos.
Fuente: Mashable