Investigadores de la Universidad de Cambridge han desarrollado hojas artificiales ultrafinas que pueden flotar y generar combustibles limpios tanto a partir de la luz solar como del agua.
El objetivo final de estos dispositivos autónomos de bajo costo es operarlos a gran escala y generar una alternativa sostenible a la gasolina sin ocupar espacio en tierra.
En última instancia, la experiencia fue un éxito y marca la primera vez que se genera combustible limpio en el agua.
Si se amplían en el futuro, estas hojas artificiales podrían usarse en vías fluviales contaminadas, en puertos bulliciosos o incluso en el mar, reduciendo así la dependencia de la industria naviera mundial de los combustibles fósiles.
“Queríamos ver cuánto podemos reducir los materiales que utilizan estos dispositivos, sin afectar su rendimiento.
Si podemos reducir los materiales lo suficiente como para que sean lo suficientemente livianos para flotar, entonces se abren formas completamente nuevas de que estos se podrían usar hojas artificiales”, dijo Erwin Reisner, Fellow del St John’s College, Cambridge.
Los dispositivos ultradelgados y flexibles utilizados se inspiran en la fotosíntesis, el proceso por el cual las plantas convierten la luz solar en alimento.
El desafío para el equipo de investigación de Cambridge era cómo depositar absorbentes de luz sobre sustratos livianos y protegerlos contra la infiltración de agua.
Para superar estos desafíos, los investigadores utilizaron óxidos metálicos de película delgada y materiales conocidos como perovskitas, que se pueden recubrir sobre láminas metálicas y plásticas flexibles.
Los dispositivos se cubrieron con capas a base de carbono repelentes al agua, del grosor de un micrómetro, que evitaban la degradación por humedad.
El resultado fue un dispositivo que no solo funciona, sino que también parece una hoja real.
Fuente: SciTechDaily